Recordamos al revolucionario

Recordamos al revolucionario
Distintas fuentes nos dicen del General. Y así, a lo largo de los años, vamos renovando las preguntas y las respuestas no dejan de sorprendernos…
¿Pero quién fue San Martín? Qué lo trae a América después de tantos años de ausencia…
Algunos relatos y miradas para seguir preguntándonos por qué y cómo hay que entender a San Martín.
Ilustración: Pablo Bernasconi
Ilustración: Pablo Bernasconi

San Martín, un hombre extraño

“La Historia oficial nos enseñó que era el Padre de la Patria. Nos contó que nació en Yapeyú –aunque no nos dijo que hablase, además de castellano, el guaraní, propio de esa zona– que después estuvo dos años en Buenos Aires y al cumplir los seis, se fue con su familia a España.

[…] poco nos dijo sobre su estadía allí, salvo que a los once años ingresó al ejército español como cadete en Murcia, y menos aún nos relató datos fundamentales para conocerlo: dónde y qué estudió, si bailó y tuvo novia, si corrió peligros en muchas batallas, si lo deslumbró la Revolución Francesa de 1789 o la insurrección popular en la península ante la invasión napoleónica, en mayo de 1808.

Formado en España, en lo cultural, como hombre y como político, y fuertemente influido por lo que él llamaba “El Evangelio de los Derechos del Hombre”, es decir, la Revolución Francesa, San Martín era americano por nacimiento, pero muy hispano (por batallas, amores, estudios, en fin, sentimiento y pensamiento), un indohispano diríamos, un liberal revolucionario como los de las Juntas Populares de 1808 en España, como eran también los de las juntas populares liberales de América surgidas entre 1809 y 1811 […]  que, como sostuvo Alberdi, constituían un amplio movimiento democrático de España y de América contra el absolutismo monárquico.”

(Galasso,  Norberto – Agencia Paco Urondo APU – 17.08.2012)


San Martín y el Cruce de los Andes

“Qué plan tan sargentón”

(San Martín así se lo expresó a su amigo Guido, frase risueña, pero certera).

La coherencia entre lo diseñado y su ejecución y la selección del personal encargado de la gestión directa de las dependencias del ejército fueron los dos aspectos claves con que se reconoce la genial organización. Para continuar leyendo click AQUÍ.


San Martín, el Cruce de los Andes y 204 años de negación mapuche-pehuenche

Compartimos un artículo de Hugo Trinchero, Alejandro Balazote y Sebastián Valverde, en el que destacan la importancia que tuvo la ayuda de los caciques indígenas pewuenche-mapuche durante  el Cruce de los Andes. Leer AQUÍ. 


San Martín y las deudas odiosas de América

A 170 años del fallecimiento del general José de San Martín, el 17 de agosto de 1850, […] bueno es rescatar su pensamiento y su obra política no suficientemente resaltados en la enseñanza de la historia escolar, en la que suele destacarse su valor militar, su talento estratégico, sus apelaciones a la libertad y a la independencia defendida por las armas, su ética personal, pero con escasas referencias a sus gestiones como mandatario en Cuyo y en el Perú.

Fue durante su mandato como protector del Perú, que duró apenas un año, un mes y diecisiete días, cuando San Martín se constituyó en un precursor de lo que un siglo después se denominó “deuda odiosa”, en relación con los empréstitos tomados por los gobiernos sin el consentimiento del pueblo y para ser usados en contra de sus intereses, concepto esgrimido por algunos dirigentes e intelectuales en la Argentina tras el regreso a la democracia, en 1983.

Martes 18 de Agosto 2020

Araceli Bellotta, Caras y Caretas


Y por supuesto que es mucho más lo que se puede decir de Don José de San Martín…

Pero pueden seguir en la interesante búsqueda sobre la vida y obra del Libertador de América…

 

Ariel Mlynarzewicz. Revolucionarios.
Ariel Mlynarzewicz. Revolucionarios.

 

 

Esencias (2)
La mazamorra es un postre criollo tradicional que se prepara, de distintas maneras, en buena parte de Latinoamérica. Fue muy consumida en todo el territorio nacional argentino durante la época colonial y hasta principios del siglo XX, sobre todo en las fechas patrias.Acá va una receta de mazamorra argentina preparada con leche y saborizada con vainilla.

Ingredientes

  • Un litro de leche
  • Dos litros de agua
  • Medio kilo de maíz blanco pisado
  • 200 gramos de azúcar
  • Una chaucha de vainilla (se puede sustituir por unas gotas de esencia de vainilla)

Preparación

Hervir suavemente el maíz en el agua de remojo hasta que se ablande. Hay que tener paciencia porque este paso puede llevar tiempo. Cuando el maíz esté tierno, colarlo y dejarlo enfriar.
Hacer hervir la leche con el azúcar y la vainilla. Agregar el maíz. Cocinar durante un cuarto de hora el maíz con la leche y retirar.

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Propiedades nutritivas del maíz

Es un cereal que contiene grandes cantidades de hidratos de carbono de fácil digestión lo que lo hace idóneo para alimentar a niñas y niños y deportistas. Muy rico en magnesio, es uno de los principales alimentos de las personas celíacas o las que sufren de alergia al gluten, ya que no contiene prolaminas tóxicas. Las barbas de la mazorca tienen también propiedades diuréticas; en infusión combaten la hipertensión, retención de líquidos o infecciones urinarias.

 

Nuestros poetas han expresado su agradecimiento a este gran alimento americano, y nos llega a través de la música en las voces de  Peteco Carabajal y Mercedes Sosa. 

 

Digo la Mazamorra

La mazamorra ¿sabes? es el pan de los pobres,

la leche de las madres con los senos vacíos,

-yo le beso las manos al Inca Viracocha

porque inventó el maíz y enseñó el cultivo-.

Sobre una artesa viene para unir la familia.

Saludada por viejos, festejada por niños.

Allá donde las cabras remontan el silencio

y el hambre es una nube con alas de trigo.

Todo es hermoso en ella: la mazamorra madura,

que desgranan en noche de viento campesino,

el mortero y la moza con trenzas sobre el hombro

que entre los granos mezcla rubores y suspiros.

Si la quieres perfecta busca un cuenco de barro,

y espésala con leves ademanes prolijos

del mecedor cortado de ramas de la higuera

que en el patio da sombra, benteveos e higos.

Y agrégale una pizca de cenizas de jume,

la planta que resume los desiertos salinos,

y deja que la llama le transmita su fuerza

hasta que asuma un tinte levemente ambarino.

Cuando la comes sientes que el Pueblo te acompaña

a lo largo de valles, por recodos de ríos,

entre las grandes rocas, debajo de cardones

que arañan con espinas el cristal del estío.

El Pueblo te acompaña cada vez que la comes.

Llega a tu lado ¿sabes? se te pone al oído

y te murmura voces que suben a tu sangre

para romper la niebla del mortal egoísmo.

Porque eran unos y todos, comiendo el alimento

de todos, en la fiesta del almuerzo tranquilo;

la Mazamorra dulce, que es el pan de los pobres,

y la leche de las madres de los senos vacíos.

Cuando la comes sientes que la tierra es tu madre,

más que la anciana triste que espera en el campo

tu regreso del campo, la madre de tu madre,

-su cara es una piedra trabajada por siglos.

Las ciudades ignoran su gusto americano,

y muchos ya no saben su sabor argentino,

pero ella será siempre lo que fue para el Inca:

nodriza de los pueblos en el páramo andino.

La noche en que fusilen canciones y poetas

por haber traicionado, por haber corrompido

la música y el polen, los pájaros y el fuego,

quizás a mi me salven estos versos que digo.

Antonio Esteban Agüero