A 200 años del fallecimiento del Gral. Manuel Belgrano

“Sábado 22 de agosto de 1812. Cinco y media de la tarde. Manuel Belgrano envuelto en su poncho de vicuña, da la orden de que el pueblo comience el vaciamiento de la ciudad de Jujuy.
…Hombres, mujeres y niños humildes que en carretas, a pie, a caballo, sobre mulas emprendían con silencioso heroísmo el abandono de lo poco que tenían: los ranchos, la tierra donde habitaron y murieron sus antepasados desde los tiempos de los tiempos…”
Hernán Brienza, Éxodo jujeño.
Bello relato de esa gesta que constituyó la gran pueblada de la independencia nacional. Escenas heroicas de rostros anónimos de nuestro norte, lugar donde la América toda encontró su libertad.
La retirada jujeña, tan sólo uno de los tantos hechos que el General Manuel Belgrano llevara adelante en su lucha por la liberación de los pueblos americanos.

Manuel Belgrano un intelectual. Hombre de estudios y de acción política serena, abrazó las ideas de libertad, igualdad, seguridad y prosperidad por las que lucharía a partir de su regreso a Buenos Aires.
Notable economista, impulsor de la Educación pública y gratuita, defensor de los derechos de las comunidades originarias. Militar obligado por las circunstancias, estuvo al mando del Ejército de Norte, enfrentando a las tropas realistas que descendían por la ancestral Quebrada de Humahuaca.
Héroe que habita en la memoria del pueblo como el creador de la Bandera Nacional, símbolo de identidad y pertenencia. Creada a orillas del Paraná, nos representa y distingue; y nos convoca a homenajear a una de las figuras más célebres de la historia argentina, a 200 años de su fallecimiento.
Expresó Leopoldo Marechal: “El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido”. Belgrano es esa memoria colectiva.
Conocer, reflexionar y pensar su obra, sus convicciones morales, sus admirables ideas y su callado tesón de hombre político y de acción, quizás sea el camino a transitar hacia la construcción de una patria más justa, libre e igualitaria.
El revolucionario según el artista
¿Y quién es el artista?
Ariel Mlynarzewicz, nacido el 2 de agosto de 1964, es pintor, dibujante y grabador argentino.
Se formó en varios talleres particulares y en la Escuela de Bellas Artes. Es argentino de ascendencia judeo polaca. Desde que volvió de su beca en la Universidad de Cracovia, ha recorrido un camino muy rico y lo ha sembrado de pinturas que no pueden dejar nuestros ojos indiferentes. Ha sido discípulo del maestro Carlos Alonso y se sitúa muy lejos de las instalaciones y del arte conceptual. Ariel reivindica el carácter manual de su oficio y rescata la expresión de las emociones. Se define como un pintor contemporáneo de vanguardia.
Más allá del éxito interno, a este pintor de cuadros no le ha faltado el reconocimiento en el mundo externo. En 2012 fue declarado “Personalidad destacada de la cultura de la Ciudad de Buenos Aires”. Ha hecho numerosas muestras en los últimos años, entre ellas: Familia (2005, MNBA), Los lugares de la pintura (2009, C.C. Recoleta). Amores (2011, Galería Agalma Arte), El bosque (2011, Museo Sívori), Ir Juntos (2013, Galería Espacio Urbano Contemporáneo). Ha realizado importantes trabajos como el mural de la cúpula del Teatro Regio (2009) y la serie Revolucionarios (2010) de 15 pinturas, por encargo de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de La Nación, con motivo del festejo del Bicentenario.
Esta exhibición representa la vida y la personalidad de algunas de las figuras más relevantes de las gestas emancipadoras del siglo XIX: José de San Martín, Mariano Moreno, Simón Bolívar, Juana Azurduy, Manuela Sáenz, Bernardo de Monteagudo y Manuel Belgrano.
En esta serie, el pintor desafió las imágenes congeladas de los próceres para recrearlas con sus espátulas y sus pinceles. Son pinturas cargadas de materia, hechas en una o dos jornadas con apoyo de reconocidos historiadores que inspiraron a Ariel en sus creaciones, revelando el costado humano de cada figura y descubriendo aspectos desconocidos. El resultado son imágenes llenas de fuerza y movimiento, con colores vivos.
En Revolucionarios Ariel asume un riesgo, rompe con la iconografía habitual de nuestros próceres y propone una nueva visión, más acorde con los ideales de lucha que estos mismos postulaban. También, en su trayectoria personal, Revolucionarios marca un antes y un después, un corrimiento de la figuración para dar lugar a una pintura más abstracta.
Él siempre cita una frase de Ralph Waldo Emerson (está escrita en las paredes de su taller): El hombre es la mitad de sí mismo y la otra mitad es su expresión.
…”Yo siempre les digo a mis alumnos que tomen riesgos. A veces en la vida es difícil tomar riesgos. Uno debería, hay riesgos que valen la pena, pero son más complejos. Pero en la pintura es más sencillo… o en la escritura, en el canto, uno puede tomar riesgos, que es el sitio donde sin duda hay que tomarlos, sin lugar a dudas. Porque esos riesgos son los que te van a llevar a tu verdadera personalidad. Esos riesgos son los que te van a llevar a tu estilo, porque estilo es cómo uno se comporta ante una crisis, estilo es cómo uno reacciona ante el riesgo. Entonces vale la pena, al menos en la pintura, tomarlos”…