2 de abril: Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas

En la Argentina, el 2 de abril de cada año se conmemora el “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”.
Solemos escuchar que las Malvinas son argentinas. Lo aprendemos en la escuela. Lo leemos en libros y también en banderas y paredes del barrio. Lo cantamos en un himno, lo coreamos en manifestaciones públicas. Lo vemos en la tele. Lo reconocemos en el nombre de estadios, plazas y calles. Lo dicen personas de la cultura, docentes y políticos de diferentes partidos. Cuando decimos “Malvinas” estamos hablando, así como con tantos otros símbolos, de quiénes somos, de nuestra identidad, de lo que nos gusta y deseamos, y a la vez, de aquello que no queremos. Las islas también nos recuerdan un hecho trágico del pasado reciente que aún permanece como una herida abierta: la guerra de Malvinas ocurrida en 1982, la más importante librada por nuestro país en el siglo XX, desarrollada durante un gobierno dictatorial que venía ejerciendo el terrorismo de Estado desde 1976.
La música y la literatura, expresiones culturales antiguas y populares de la humanidad. Sirvieron para decir sobre la guerra, sobre el amor, sobre las cosechas, sobre los juegos. Desde tiempos remotos acompañaron la vida cotidiana de los pueblos, su tristeza y su alegría, sus reclamos y sus hazañas. Fueron y son una parte central de la memoria de los pueblos.
La música y la literatura le otorgaron a Malvinas un lugar destacado. Diversos artistas dedicaron sentidas y contundentes palabras. Les contamos por ejemplo que…
- En 1971, Atahualpa Yupanqui compuso el clásico La hermanita perdida estando en París. Así lo recuerda: “Vino a verme un empresario inglés y me preguntó cuánto cobraba por dar cuatro recitales en Inglaterra. Yo le respondí: ‘Las islas Malvinas’. Han pasado ya tres años y el hombre no ha contestado aún… Puede estar seguro que yo no cantaré en ese país, mientras no nos devuelvan nuestras islas”.
Pero también hubo otros y otras que se expresaron para hacer sentir el dolor, el reclamo y para mantener la memoria colectiva. No necesariamente lo hicieron dirigiéndose a esta guerra en particular, sino cantando y diciendo que es posible reparar…
- Para los chiquitos proponemos una canción de Silvio Rodríguez: El reparador de sueños, donde habla de la esperanza, de lo posible. De la fuerza de la palabra siempre. Y está bueno que sepan que existe un enanito que “siempre llega al salón principal donde está el motor que mueve la luz…”
- Y para los más grandes la propuesta viene de la mano de otra canción, Reina Madre de Raúl Porchetto, cantautor argentino, donde evoca la guerra de Malvinas desde un ángulo inesperado, el de un soldado inglés que se cuestiona “por qué estoy luchando, por qué estoy matando”…
- Pero las palabras también vienen de la mano de una historia que construye memoria a través de la escritura. En El puente de arena, la escritora argentina Liliana Bodoc, nos relata que la paz entre dos países se ve quebrantada por una guerra que envía a seres indefensos a defender, con su vida, intereses económicos y políticos que los excluían y alejaban de sus sueños e intereses propios.Para que leas, o para que te lean en voz alta…