Hoy conmemoramos a Güemes

La poncho colorado
Si se duerme don Martín
no habrá ninguno que duerma
pues le ha de velar el sueño
toda la tierra despierta.
Que monten los Infernales
la Guardia de las Estrellas
y los Ponchos colorados
cubran toda la frontera.
«La poncho colorado», zamba de Nella Castro e Hilda Herrera, fragmento.
8 de febrero de 1785, Martín Miguel de Güemes, 17 de junio de 1821
El 17 de junio de 1821 los pobres de Salta y sus alrededores se quedaron sin padre. Moría Martín Miguel de Güemes el hombre que había rechazado con sus infernales nueve invasiones españolas.

Todo aquel pueblo que lo había acompañado en las buenas y en las malas, concurrió en masa a su entierro en la Capilla de Chamical.
Mientras tanto, la Gaceta de Buenos Aires, muy lejos de los ideales de su fundador, Mariano Moreno, informaba feliz y desvergonzadamente a sus escasos pero influyentes lectores: “Murió el abominable Güemes al huir de la sorpresa que le hicieron los enemigos. ¡Ya tenemos un cacique menos!” (Citado por José Luis Busaniche, Historia Argentina, Buenos Aires, Solar-Hachette, 1976. Fuente: www.elhistoriador.com.ar)
Se esperaba, era tiempo, y cuando menos lo pensábamos llegó como un soplo esperanzador, el momento de poner en su lugar la memoria de don Martín Miguel de Güemes. Y celebramos, que se haya puesto en valor la figura de este conductor libertador.
Porque siempre la música, como expresión cultural, se hace presente para recordarnos a los grandes, las y los invitamos a degustar de estas bellas canciones, intercalando con textos alusivos que nos convocan a reflexionar.
Mercedes Sosa: Güemes, el último guerrillero.
GÜEMES SEGÚN NORBERTO GALASSO
Nacido en Salta en 1785, Güemes pelea contra las invasiones inglesas y adhiere luego a la Revolución de Mayo, colaborando con el Ejército del Norte en la lucha contra los realistas. Pero Güemes no solo es el caudillo defensor de la democracia y la soberanía, sino que se convierte en representante de los gauchos y sectores populares de la provincia.
Comandante general de la vanguardia del ejército, designado por San Martín en 1814 y, poco después elegido gobernador por el Cabildo , desarrolla una política social que le gana el afecto de los pobres y el odio de la reaccionaria oligarquía salteña. Así, en 1816 sanciona que quien preste servicios a la patria como miliciano, mientras lo haga no paga arrendamiento de las tierras que alquila, disposición que amplía luego convirtiéndola en un verdadero «fuero gaucho»: quienes están enrolados en el ejército no pueden ser «ejecutados, ni compelidos al pago de cualquier cosa que adeudaran, fundando la medida en que, pues era gente infeliz que sin sueldo, ni recompensa alguna, prestaba sus servicios a la Patria así con sus escasos intereses como con su propia vida, justo era que el acreedor que no prestaba estos servicios militares, contribuya de este modo a la causa pública no exigiéndolo.
Asimismo, reclama a las familias acaudaladas que realicen aportes para financiar los gastos de la defensa, aunque con escaso resultado. Según le comenta a Manuel Belgrano, en una carta del año 1818: «Creía que asustando un poco a esos caballeros se ablandarían y me socorrerían. Pero me engañé. Hice correr la voz de que los llevaría en la vanguardia y que para quedarse darían alguna cosa para ayuda de los que trabajan. Pues con todo este aparato no he conseguido otra cosa que calentarme la cabeza. Se juntó el vecindario en casa del Alcalde de Primer Voto y entre todos, apenas han dado cuatro porquerías con que han auxiliado treinta gauchos y esto dando a uno una camisa, a otro un poncho de picote y a otro un pedazo de jerga vieja.
¿Qué tal? ¿Caballos? Unos cuantos; acaso los peores que han podido hallar, de suerte que con dificultad llegarán a Jujuy. A vista de esto ¿no he de alabar la conducta y la virtud de los gauchos? Ellos trabajan personalmente y no exceptúan ni aún el solo caballo que tienen, cuando los que reportan ventajas de la revolución no piensan otra cosa que engrosar sus caudales».
Visto el escaso patriotismo de los ricos, Güemes les impone fuertes tributos y empréstitos forzosos.Según Norberto Galasso («Historia de la Argentina» Tomo 1-Colihue-mayo 2011)
¿Escuchamos a Zamba Quilipidor?
PREPARANDO EL BICENTENARIO DE SU PASO A LA INMORTALIDAD… EN DOS MIRADAS
Pero antes… un audiovisual y la voz de Cafrune en la chacarera La Martín Güemes.
Andrea Villagrán hizo un anclaje en lo que fue la conmemoración del primer centenario del fallecimiento del general gaucho y resaltó los homenajes realizados por el gobernador Joaquín Castellanos quien propuso leyes y medidas que reivindicaban a Güemes en un sentido político, poniendo el acento en los aspectos conflictivos, en las desigualdades e injusticias sociales y en la necesidad de “un programa de redistribución de tierras”.
Ese programa estaba pensado “para igualar las clases sociales, se lo planteaba de esa manera y ese es el tema sobre el que no se habla en Salta”. La doctora en antropología agregó que esas propuestas le costaron al mandatario el cargo. “Para mí la mejor conmemoración que hay y que puede haber es esa”, concluyó Villagrán, “porque se le restituye a la figura de Güemes un carácter netamente político, popular, de ahí en más es esencialización cultural, las raíces, la tradición, el monte, las espinas, los cerros, y se lo desplaza a un ámbito en donde de los temas estructurales de la sociedad local, la desigualdad y de la distribución de la tierra, no se habla”.
Andrea Villagrán, Doctora en Antropología, docente de la Facultad de Humanidades de Salta
12 de febrero de 2020
“Güemes […] es un personaje molesto, no era fácil convertirlo en prócer, porque era un caudillo.
[…] recordó que el monumento fue construido en los suburbios de la ciudad de Salta, “no es lo que hoy se ve, estaba situado a las afueras de la ciudad”.
“Recién con el avance del revisionismo […] en los 60 y 70 es que se comienza a estudiar el otro perfil de Güemes”…
A su vez sostuvo que una de las figuras ocultas de la historia oficial fue la de la hermana del líder, Magdalena “Macacha” Güemes, “es un personaje subestimado y despreciado, porque no fue sólo una ladera, sino que tuvo un papel importantísimo”.
El historiador recordó que cuando el General Güemes asume la intendencia de Salta, “la que realmente llevaba las riendas del poder era Macacha”, y añadió que al morir el líder, ella y su marido fueron encarcelados porque también tenía el reconocimiento de los sectores gauchos.
Concluyó que Güemes debe ser recordado como “un líder popular que además de la lucha por la independencia también pensaba en el bien común de la población y entendía que quienes tenían que hacer el principal aporte económico debían ser los miembros de las clases pudientes…
Daniel Escotorín historiador e integrante de Unidad Popular
12 de febrero de 2020
Y cerramos este espacio homenajeando a Doña María Magdalena Dámasa Güemes de Tejada, más conocida como “Macacha” Güemes, la hermana de Martín, que lo acompañó aún más allá de su muerte ya que hace apenas unos días, se recordó otro aniversario de su paso a la inmortalidad: falleció el 7 de junio de 1866.
¡Por más mujeres en los escenarios… y en la historia!
Escuchamos a Jacinta Condorí: Señora Macacha Güemes.