Acuerdos Escolares de Convivencia

AEC

A la comunidad educativa del IEC Secundario Personal docente y no docente, estudiantes, familias:

Este documento, “Acuerdos Escolares de Convivencia” (AEC), se elabora en el marco de las políticas educativas que propician un cambio de paradigma en la concepción de los modos de habitar y relacionarse en las escuelas. Del paradigma de la disciplina al de la convivencia. Del intento de regular las conductas de manera puramente prescriptiva, a las proposiciones sostenidas en principios y valores que dan sentido a la escuela como espacio de construcción y ejercicio de ciudadanía.

En el IEC Secundario -aún con las contradicciones propias del hacer- se producen cotidianamente discursos y prácticas que ponen en evidencia la consideración de la escuela como lugar de producción de lo público, como espacio de lo común en donde las decisiones se sostienen en criterios construidos a través de la participación en instancias colectivas de diversa índole aunque variada continuidad: asambleas, reuniones de personal, comisiones, centro de estudiantes, consejos docentes, otros.

Entendemos que la escuela es el espacio público construido y validado socialmente para la transmisión de la cultura. Es un criterio institucional promover una aproximación crítica a los saberes que transmite y a las condiciones de producción y utilización de esos saberes. Pero en la escuela se aprenden y enseñan no sólo contenidos disciplinares, sino también formas de relación que propician procesos subjetivantes y de construcción de identidades.

Por otro lado, consideramos que la indeterminación, la incertidumbre y el conflicto son elementos constitutivos de cualquier proceso que involucre la
interacción humana. Pero además que no es posible pensar en las escuelas las relaciones interpersonales sin tener en cuenta los modos en los que se propone la mediación con el objeto de saber – el encuentro entre el estudiante y el conocimiento- ya que esto resulta en abordajes parciales.

En el IEC se elige emprender colectivamente la elaboración de los AEC. Se realizaron jornadas de reflexión sobre convivencia, se constituyó una comisión de convivencia con representación de adultos y estudiantes, se produjeron encuestas sobre el sistema disciplinario vigente, entre otras actividades.

Esperamos que la elaboración y socialización de los AEC permita la construcción de legalidades en la escuela que respondan a su función específica, el encuentro entre generaciones mediado por la transmisión de la cultura, en un marco que nos iguale como sujetos de derecho.

Equipo Directivo

IEC Secundario

Los fines educativos

Entendemos que la escuela, en tanto espacio público, tiene como fin principal la transmisión de conocimientos culturalmente relevantes y se constituye como lugar específico para la integración social a partir de la apropiación de saberes y disposiciones para el trabajo intelectual, propiciando el estudio y la confrontación de ideas, el intercambio fructífero de posturas y enfoques, el encuentro de culturas, el desarrollo de actitudes solidarias. Formación que posibilite analizar críticamente "el individualismo exacerbado, la cultura de la apariencia, el culto a la eficiencia, la reificación del conocimiento (1), señas que caracterizan las sociedades actuales.

La escuela se constituye también, en un espacio de formación política, conformándose como un campo de experiencias en el cual se aprenden y experimentan ideas y prácticas sobre la legalidad, la legitimidad, la justicia, el disenso, los conflictos sociales y la construcción de un orden social. Como institución

(1) Extractado del PEI del colegio.

democrática, la toma de decisiones se realiza con la participación de todos los sectores, no obstante se definen grados de participación, responsabilidad e incidencia en la toma de decisiones entre los diversos actores de la comunidad educativa (PEI).

Cuando hablamos de convivencia nos referimos a las formas de habitar la escuela, a los modos en que se traman las relaciones entre pares y entre generaciones.

“Nos referimos al espacio y al tiempo en que se dan los lazos sociales en el entorno escolar; al sistema de regulación de la vida institucional, las normas, los órganos y las prácticas institucionales, que incluyen la dimensión de las personas y sus derechos, en un espacio social delimitado, con responsabilidades y tareas diferenciadas para cada uno de los actores”. (p.154 entre adolescentes y adultos en la escuela).

Partimos de considerar la convivencia como un espacio a construir entre los actores de la vida escolar; espacio donde confluyen intereses, necesidades del conjunto, y donde las normas del colectivo se establecen a partir del consenso, de su recíproca aceptación. Consenso que no funciona como un supuesto, sino como una meta, reconociendo la diversidad de criterios.

No se enfatiza la idea de disciplina como obediencia sino como la necesidad de lograr un adecuado clima de trabajo, donde puedan desarrollarse las tareas propias de los procesos de enseñanza y de aprendizaje de una manera constructiva.

Consideramos las normas como pautas orientadoras de la vida escolar, que promueven la convivencia democrática y posibiliten que la escuela cumpla el contrato que tiene para con la sociedad. Tienen un doble carácter: delimitan las prohibiciones, simultáneamente ofrecen seguridad y protección. Las normas de convivencia escolar apuntan a sostener los comportamientos más deseables y la disciplina en general, la responsabilidad en los actos y desarrollar posiciones de autonomía más que de dependencia y sumisión.

Esta normativa escolar se enmarca en la legislación vigente nacional e internacional como son la Constitución Nacional, las Ley de Educación Nacional y la Ley Provincial de Educación 9870, resoluciones ministeriales y del Consejo Federal de Educación, la Declaración de los Derechos Humanos y la Ley de Protección Integral 26.061 que declara a niños, niñas y jóvenes como sujetos de derecho.

En tanto la escuela se propone construir lazos y formas democráticas de convivir, no se trataría de que los adultos enseñen a los jóvenes para el ejercicio de una ciudadanía futura, sino de ingresar en la trama cotidiana de lo educativo formas de relación y de participación que aseguren experiencias de convivencia democrática.

La relación educativa, en tanto transmisión de cultura, no se reduce ni a la transmisión de contenidos, ni al mero trato interpersonal. Lo grupal es el escenario donde la relación docente-alumno se despliega “el grupo no está pensado como espectador del saber docente sino como un colectivo de producción e intercambio”.

Los valores que la escuela quiere promover

La convivencia en la escuela se rige por el principio de solidaridad y respeto de la dignidad y la diversidad, por lo cual se reprobará cualquier forma de abuso de poder, de discriminación o de violencia.

Los valores que se desprenden del ideario escolar son:

  • La escuela como institución democrática, es una escuela en la que todos los actores se ven interpelados por lo histórico y lo subjetivo, tomando en cuenta las trayectorias reales de sus jóvenes.
  • Donde se favorezca la participación, entendida como un proceso en el cual los que participan ponen en juego intereses, confrontan opiniones, arman ideas, establecen acuerdos o consensos. Esta participación requiere, en el particular espacio de la escuela, que cada cual tenga en cuenta al otro, busque vías de diálogo y asuma compromisos.
  • Principio de solidaridad y respeto de la dignidad y la diversidad.
  • La construcción y transmisión de conocimientos en un clima de libertad y trabajo.
  • La aspiración a la justicia y a la construcción de una autoridad y acciones legitimadas.
  • El desarrollo de una autonomía individual construida en el reconocimiento del otro.
  • La apelación al diálogo en el abordaje de los conflictos.

Cuerpo normativo

en este apartado están expresados aspectos que se refieren a las relaciones interpersonales entre todos los miembros de la comunidad educativa, al cuidado de lo que pertenece a todos (mobiliario, instalaciones, materiales de trabajo) y también lo que remite al cuidado de sí mismo y del otro. Estas normas han sido fruto de la construcción de acuerdos colectivos. No son sólo prescriptivas sino también propositivas, estableciendo deberes, derechos y prohibiciones.

Normas de convivencia

  • Se espera que los miembros de esta escuela tengan un buen trato entre ellos. En una escuela en la que se aprenda a esperar, se abra a la escucha y en la que los sucesos puedan ser reflexionados. Por lo cual no se permitirán tratos violentos de cualquier tipo entre sus miembros.
  • Se espera que las diferencias puedan ser respetadas. Por lo cual no se permitirán tratos discriminatorios (sexuales, políticos, religiosos, raciales, etc.) o que afecten la dignidad de cualquiera de los integrantes de la escuela.
  • Se espera que los conflictos se aborden a través del diálogo en el cual todos puedan tomar la palabra a su turno y no por imposición. Por lo cual no se permitirán la censura de las expresiones y las agresiones tanto verbales como físicas como modo de gestión del conflicto.
  • Toda instancia sancionatoria debe contemplar un espacio de diálogo, reflexión y compromiso con los valores de la escuela. También deberá priorizar la reparación de los vínculos interpersonales o con la institución. Por lo cual no se permitirán arbitrariedades de ninguna índole.
  • Se piensa la clase como un ambiente en el que se pueda aprender y enseñar, garantizando un clima de respeto mutuo y una dinámica que posibilite los  procesos de atención necesarios para el estudio y el aprendizaje en grupo. Por lo que no se permitirán las faltas de respeto o la transgresión de los acuerdos pedagógicos alcanzados entre docentes, alumnos e institución.
  • Se promueve la participación de los miembros de la comunidad educativa a través de distintos espacios acordados para tal fin: comisión de convivencia, consejos de aula, asambleas docentes.
  • Se espera que los espacios y elementos de trabajo tanto comunes como personales sean valorados positivamente y sea responsabilidad de todos su mantención y cuidado. Por lo tanto, está prohibido dañarlos o darle un uso inadecuado.
  • Se considera importante el espacio de reunión al inicio de las actividades escolares en tanto espacio de la comunidad para el intercambio comunicativo y el reconocimiento entre los distintos estamentos.
  • Asumimos los valores expresados como respeto, equidad, compromiso, colaboración, como contingentes, situados y relacionales, por lo cual responden a una perspectiva ética construida por posiciones institucionales, ideológicas, epistemológicas.

Las sanciones

Ante la transgresión de alguna norma o frente a un conflicto de convivencia éste será abordado como una cuestión de orden institucional, lo cual implica considerar en su análisis las diferentes dimensiones de la situación: individual-grupal- familiar; aula-escuela- hogar. Se prevé la constitución de un ámbito colectivo para la reflexión y consulta acerca de las sanciones (Consejo Escolar de Convivencia).

La sanción debe tener valor formativo y no punitivo, ya que forma parte del proceso educativo, por lo que busca la progresiva autonomía del estudiante, su implicación y su posicionamiento activo como sujeto responsable de sus actos.

Asimismo, debe responder a los criterios generales de gradualidad (desde la advertencia y el llamado a la reflexión hasta sanciones más graves) y proporcionalidad con la falta cometida (aquí es necesario por tanto discutir y consensuar cuáles serán consideradas faltas leves, graves y muy graves).

El modo y significado de la sanción tendrá diversidad y se establecerá en relación con la norma y la transgresión cometida. Los siguientes han sido recopilados de las prácticas escolares existentes hasta el momento:

  • Apelación al diálogo.
  • Escritura de una reflexión.
  • Envío de notas o diálogo con los padres o tutores.
  • Cuaderno de firmas.
  • Aplicación de amonestaciones ante faltas graves.
  • Trabajos comunitarios o experiencias en otros contextos.
  • Acciones reparadoras ante daños materiales o morales.
  • Compromisos de cambio de comportamiento en un tiempo determinado.